Aún recuerdo la primera vez mientras estudiaba la carerra que ocupé el legendario PKZIP para poder copiar unos BMP de Warner Bros en mi disco de 3.5" que uno de mis maestros en la escuela me compartía.
Recuerdo que uno de esos BMP traía a todos los personajes de Warner pero pesaba 2.5 MB y se veía muy difícil que cupiera. Sin embargo, el comenzó a escribir comandos en DOS y de pronto el archivo aquel tenía un nuevo tamaño de 1.2 MB.
Le pregunté cómo había hecho eso y ahí comenzó mi primer experiencia con los siempre prácticos programas de compresión de archivos.
Todos los de este ramo hemos ocupado alguna vez un compresor. Sea desde aquel remoto software de PKWARE hasta los más actuales hoy en día. Y no es de extrañarse pues cada vez manejamos más información y se requiere más información en espacios más pequeños.
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